Esta fábula
se llama “El egoísta”, trata de un hipopótamo que era egoísta y sólo pensaba en
sí mismo para cualquier cosa; siempre que iba al trabajo, no respetaba la fila
y empujaba para ser el primero en ésta. Hacía cualquier cosa con tal de salirse
con la suya, causando muchas veces peleas en el ambiente. Cuando se subía al
autobús, se imponía como le fuera posible, se acomodaba de manera de molestar
a su compañero; cuando se ponía a leer el diario lo estiraba hasta que a su
compañero le molestara. Y se comportaba groseramente, emitiendo bostezos y
tociendo, haciendo ruido. Cuando salía del autobús, lo hacía de la misma manera;
empujando. Una vez que se bajaba de este y se alejaba, todos los que viajaban
con el sentían un gran alivio por no estar con su presencia.
La moraleja que deja esta fábula
“el individualismo; para vivir en sociedad y no ser rechazado hemos de
preocuparnos por el bienestar de los demás”.
Elegí esta fábula porque me
parece muy importante trabajar con los niños todo lo que concierne a la buena
convivencia, relación que se tiene con el otro y el respeto.
El aprendizaje esperado que
escogí pertenece al ámbito de Formación personal y social, específicamente al
núcleo de convivencia. Pertenece al segundo ciclo (3 a 6 años) es “Ampliar sus
prácticas de convivencia social en nuevas situaciones, para afianzar y
profundizar la colaboración y relación con los otros”, ya que la moraleja que
nos deja esta fábula es que tenemos que aprender a convivir con el otro para
relacionarnos mejor y que no nos tomen como una persona egoísta y se alejen de
nosotros.
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